lunes, noviembre 21, 2005

PERDONEN QUE SEA TAN INCONSISTENTE


La cabeza es un ensayo de devanadera y, aunque entrenado en el yoga, no suelo conseguir la quietud perfecta y siempre hay alguna lucecilla parpadeando a lo lejos: como estrellas, pero en pequeño. De modo que he adquirido la mala costumbre de llevar papeles en los bolsillos y tomar nota para la posteridad de las pequeñeces que alumbro. Produzco cientos de folios al año, folios impracticables y arrugados, que he dado en llamar "Papeles de Trapisonda".
Aunque este no es el asunto del escrito, les pongo un ejemplo de pensamiento inconsistente escrito al dorso de un sobre:
"Si la legalidad de hoy no es la de ayer ni la de antes de ayer, algo hace sospechar que tampoco será la de mañana, de donde se deduce que la legalidad cambiante no es legalidad sino acomodo al poder, oportunidad."
Ahora que ya saben como se las gasta mi débil pensamiento, agarrado por el cuello por Míster Fukuyama, es el momento de entrar en el asunto de la inconsistencia en sí: unos ruevos refranes construídos tras la contemplación del universo en directo:
-A corazón osado, calabozo preparado.
-Quien se ofrece de alcalde, no lo hará de balde.
-Dense en privado los Golpes de Estado.
-A palabras sinceras, orejas quietas.
-Sepultura liberal, mal final.
-El hombre que nada tiene, de Hacienda viene.
Estos dos refranes siguientes no son "políticamente" correctos, pero ¿qué puedo hacer si se me aparecieron así y creo que existe la liertad de expresión sin revanchas. Dios bendiga mi cerebro.
-Mala es Barcelona cuando Maragall asoma.
-Barcelona es peor cuando aparece Carod.
Disculpas pido: permanezcan atentos a la pantalla, porque esto se arregla y lo desengraso con este otro novísimo refrán:
-Parlamento de abogados, derechos conculcados.
-Dios el mundo hizo, pero no lo bendijo
(Todo está tomado de historias reales y las quejas, al maestro armero)