lunes, abril 24, 2006

OTEGUI HOMBRE DE PAZ

ROMANCE QUE DICE
OTEGUI, HOMBRE DE PAZ

Otegui es hombre de paz,
nos explica Zapatero,
lanzado ya por la república
de los más remotos cuentos.
El Pepé no repondrá
los raptados monumentos
ni llamará maricones
a maricones confesos
bien casados por la ley
del culo como progreso:
La sodomía es de izquierdas,
como saben los adeptos
según la ley de Evaristo
que, aunque no distingue sexos,
dice que el que da es más listo,
olvidando, muy discreto,
lo que estableció Mahoma
sobre este asunto concreto:
los que dan y los que toman
son maricones completos.

O sea que en esta España
conviene dar el primero
y dar con todas las cosas
que enseñen bien el plumero:
con el rey republicano;
con Otegui hecho cordero;
con las estatuas de Franco
y con Maragall entero,
que tiene soberanías
guardadas en el sombrero.

Zapatero es el estado.
Zapatero es el derecho.
Zapatero es la verdad.
Zapatero es el talento.
Zapatero es la nación.
Zapatero es el progreso.
Zapateados andamos;
zapateados comemos;
zapateados pagamos;
zapateados perdemos
vergüenzas y patrimonios,
y zapateados vemos
que el presidente se explica
como dos libros abiertos:
el uno de Nueva Historia
y el otro de rojo miedo.
¡Zapatera es esta España
hasta el tuétano del hueso!

España, tiempo perdido.
España, muerta de tiempo:
tus males de pobre vieja
tienen malos los remedios:
hiciste, como burlando,
presidente a un cencerro
y el tío se te ha agarrado
al desprevenido cuello,
apretando como aprietan
los republicanos fieros
y diciendo como dicen
los políticos expertos:
“España quedará unida
cuando llegue al cementerio”.

Y que venga Rubalcaba
y certifique el suceso:
que España, leona antaño,
pace ya como un cordero;
que Otegui es hombre de paz
y el Estatuto un portento.

Arturo Robsy