lunes, diciembre 26, 2005

LECCIÓN SOBRE LA HUEVIFARSA

Ingenio de Jota Efe sobre el huevimundo.

Llamas para la libertad.

Abajo el mundo

LECCIÓN SOBRE LA HUEVIFARSA

Discurso del Rector Edgardo tras un enfado que cogió leyendo la Prensa. Futura creación de la Asociación Virtual de Víctimas del Periodismo

Queridos todos: nadie os quiere. Nadie os respeta. Estáis a la deriva, como en "proceloso mar". Nadie en la actualidad es capaz de escribir "proceloso mar", salvo los muy indignados. Indignado yo, debo soltar el hipotálamo y dejar que corra el limbo desbocado para llamarme y llamaros tontos, que procede del latín atónitos. Cierto: estar tonto es estar atónito y para estar atónito es necesario ver algo que nos rebasa.

Vivimos tiempos sin orden y, por tanto, sin gloria. Falsía y tontuna reconstituidas en un huevimundo que se muerde la cola pero que no es circular ni esférico, sino plano y cercado. Un mundo hueviflojo, estético y hambriento, infeliz y epicúreo, donde los científicos, para consolarnos, nos informan que el hombre apenas si tiene unos pocos cromosomas más que el gusano: razón de más para aplastarlo. No dicen, claro, que cualquier planta tiene muchísimos más cromosomas que el humano. Están las plantas evolucionadas: tanto que dejaron de moverse en vano: ¿Adónde irá el buey que no labre? Dejaron de trabajar. Quietas, aprendieron a vivir del aire, de la luz y del fiemo. El hombre ya vive del estiércol pero no de la luz, salvo en poesía. Le falta el secreto enorme de la fotosíntesis: crecer hacia la luz, seguirla, nutrirse de ella y soñar en brisas. Hacerlas.

Lo que importa, queridos todos, es que sobre las cosas que son, y son verdaderamente, la industria de la ambición ha puesto un velo, o una losa mejor: que nadie sepa, que nadie vea, que nadie sume. Restemos unidos; quitémosles la visión de lo superior. Que sólo tengan memoria los que cobran por tenerla. Que las nuestras sean memorias intervenidas por los nuevos dioses terrestres que ya nos tienen en el Totalitarismo más despiadado de la historia.

Pero no dejéis que me extravíe, rectores alumnos. Apoyémonos en nuestro famoso Pensamiento circular, que no es el círculo angosto con el que se encuentra uno al leer por Internet. Hay círculos ciegos y hay círculos vueltos espirales, que suben mientras giran, que se ensanchan dando vueltas. La clave de nuestro Pensamiento Circular es la contemplación de cómo las verdades pequeñas terminan su andadura donde empezaron, como el calendario y la ilusión anual de la lotería. Pero ¿y si esas ideas no empezaron nunca?

Ando hoy con necesidad de aspavientos, por la sospecha de que se nos pide Unidad en vano. Unidad entre nosotros, como en los Evangelios. Unidad en torno al fracaso y mucha palabrería sobre la Constitución. Las constituciones se remiendan pero no se enmiendan. Quedan los parches de la pobreza de ideas, porque aquí las constituciones no se hacen en Defensa de España sino del tinglado temporal que predomina.

Os leo el principio y el fin de las apelaciones del pobre rey, ya casi régulo, llamando a la unidad que no tenemos aún. La invocación en 1975 y la de 2004: treinta años llamando al pastor mientras el lobo campa. Una llamada que no ha cambiado y un objetivo que no se ha alcanzado tras treinta años de mirar atónitos, tontos, como las cosas se deshacen:

1975 «Los problemas que tenemos ante nosotros no son fáciles, pero si permanecemos unidos y con voluntad tensa, el futuro será nuestro». «Desearía que estos días meditásemos y que, dejando pequeñas diferencias, nos unamos para que España marche hacia las metas de justicia y grandeza que todos deseamos».

1976 «La Monarquía, como la forma de Estado más adecuada para España, es capaz de asegurar la unidad de todos los españoles, la libertad y el ejercicio de los derechos humanos en el orden y en la paz».

1977 «La prosperidad, la libertad y la paz no se consiguen sin estar unidos». «Una unidad que se aparece más evidente cuando se contempla desde la perspectiva integradora de la Monarquía. Porque se ve entonces la fecundidad que nace de la variedad y la pluralidad de las regiones españolas, distintas, pero no contrapuestas; dotadas de diferente personalidad, pero esencialmente conjuntadas en el mismo destino patrio».

Ved ahora lo que se dice treinta años después:

2002 «Quiero reiteraros que la Corona seguirá trabajando con todo su empeño para aunar y aglutinar esfuerzos en beneficio de todos los españoles».

2003 «Para afrontar con éxito nuestro porvenir, tenemos que preservar .unidos los valores, reglas, principios y el espíritu integrador de nuestra Constitución, que deben regir nuestra vida pública y el funcionamiento de nuestras instituciones». «Disponemos de todos los instrumentos necesarios para seguir progresando en libertad y unidos en un marco solidario. Debemos trabajar con tenacidad y codo con codo al servicio del interés general y de todo aquello que nos une y engrandece. Una responsabilidad que nos compete a todos, desde los más jóvenes hasta los de más edad».

2004 «La Corona no escatimará esfuerzos. Siempre alentará y preservará la unión solidaria de las diversas tierras de España; trabajará con tenacidad para armonizar intereses, moderar y arbitrar el funcionamiento de las instituciones y fomentar el interés general por encima de ambiciones particulares.». «Al ser España nuestra patria común, todos debemos contribuir con ilusión, desde el entendimiento y la concordia, a asegurar su futuro».

Visto el documento, sólo un asno, no educado en Trapisonda, sería incapaz de dar el buen diagnóstico: Fracaso. Alguien o muchos, gratis o cobrando, ha fracasado del todo. ¡Abajo este perro mundo de palabras como sombras y sombras como olvidos!

He dicho.