NO ME HE PODIDO AGUANTAR

Es tal la avalancha de personas que aprueban la educativa actividad de la famosa Universidad de Trapisonda que el Rector Magnífico no se ha podido aguantar y da a la pantalla la aprobación y, en ocasiones, la histeria nerviosa de personalidades notorias y hasta nocivas. Y es la potencia del saber que se imparte la causante de estas emociones.

La Superministra luego de las palabras de Zaplana sobre sus disfraces


La Superministra tras encontrar consuleo en la filosofía trapisondista.


La aprobación de una Personalidad, Felipe IV, que tuvo problemas con Barcelona


Su Majestad Felipe IV tras leer nuestra página catalana.


Solbes en la Intimidad, pensando en cosas económicas pero diciendo que sí.


El Alcalde de Mahón, emocionado por la poderosa dosis de sabiduría aquí recibida.

EL CARÓTIDA

Como "Atrida" surgió de "Atreo" y "Pélida" de Peleo, Carótida surge -ya era hora, de Carod, héroe mítico que vivió sin cerebro largos años.

Se jura o Promete que se trata del vero Carod

Estos, Fabio, ay dolor, que ves ahora, canas de soledad, calvo altiplano, fueron un tiempo aragonés sin fama y hoy apesadumbrada ruina de la Cataluña Loca. Aquí Carod fue la clerical colonia y hoy, rojo y ateo, sostiene la frente con la mano y piensa en cuán pronto se va el placer y cómo, a nuestro parescer, cualquier tiempo pasado fue mejor, en puro estilo de pie quebrado.

Al confuso laberinto de estas desnudas calvas, pájaro sin matiz, pez sin escama, habría que preguntarle por todos los muertos que financió, en su tiempo, la Izquierda Republicana de Cataluña, y cómo no se le aplica a tal partido sangriento, el exorcismo de los delitos contra la humanidad, desnudo matadero, checa de Barcelona, reguero de cadáveres hasta Port Bou, o sea, la Junquera.

Tiene mucho que explicar un partido que hasta organizó tiroteos y fiambres en Madrid, fundado por un extraño teniente coronel de Ingenieros, aquel Maciá marciano que ha desembocado en esta Carod que se tienta la cabeza para ver si aún la tiene en torno a su eje. Y no está ahí, sino en algún pozo maura.

Rector 007.
P.S. Que cada cual pille los remedos literarios que le suenen.