viernes, marzo 10, 2006

UNA SEGUNDA VERSIÓN DEL BEDEL

(Para ver los tres cuentos normales sobre el Bedel Arcadio, vaya a la página anterior. Del último allí manifestado, se ha hecho esta segunda versión, por imposición amistosa de otro rector de Trapisonda.)

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Un típico rector diciendo que sí, que eso mismo.

Querido Emilio:
Ando hoy en un día necio, muy metido en causas primeras y causas últimas, empalmadas a cuestiones literarias como la selva por la que correteaba Dante, selva oscura, que no es otra que la vida misma. La vida tiene poca luz y vamos por ella dando palos de ciego, tratando de tocar algo sólido, algo que no sea rama flexible sino tronco, y nos oriente. Casi solos en la oscuridad que sólo beneficia a los que están ciegos, o sea, a los tramposos que nos aloquecen con sus salidas extravagantes, posiblemente (psoesiblemente) ni siquiera intencionadas; salidas (que son entradas en el BOE) decididas inconscientemente desde las mentes ciegas a la vida misma. Y al placer del tabaco.

Han instalado una “realidad” hegeliana que cambia de día en día y, mientras predican esa realidad múltiple, cometen los errores de lógica que salen del corazón: el deseo de regresar al tiempo perdido, de volver a los momentos en que suponen que hubieran sido felices. Épocas en las que la propaganda inaugurada por Stalin les dice que fueron la Arcadia, el paraíso del rojo que mandaba y hacía su voluntad sin límites. Llamazares y Zapatero son víctimas de la leyenda, de la dorada bruma de la legalidad republicana y todo eso –cantada por chupatintas áulicos desde antes de la muerte de Franco-, y ansían volver al paraíso perdido sin darse cuenta de que quienes perdieron el Primer Paraíso fueron los demonios que nos cuenta Milton.

Me gustaría, frente a tantos parpadeos de la luz vital y del vital error, hacer un vuelo más rasante. Ahora mismo recuerdo una canción poema de Gilbert Becaud, que tú habrás escuchado cientos de veces, el famoso “Et maintenat”, ese “mientras”, o sea, lo que sucede mientras a ti te sucede algo. Hay un punto exacto en que Becaud, señala claramente a nuestro universo mortal y desconcertado. Traduzco de la versión francesa: “ Este corazón que bate ¿por quién? ¿Por qué? Que bate muy fuerte, muy fuerte”. Y, con ese espíritu que se lamenta del latido enorme del corazón, ignorante del por quién y del por qué, me pongo a la reforma de las aventuras del bedel Arcadio, el personaje con apenas barniz que trata de comprender.

Mi método para solucionar la puntería de un artículo, cuento o novela, es volverlo a escribir. Corregir me abruma. Por eso, para abrumarme, he corregido. En letras, como en el cine, el orden de las secuencias es lo que hace comprensible lo caótico de la vida.


BIZCOS EN EL ABISMO (Antes: REBIZCO Y REMENDAO)

Andaba el Bedel Arcadio cabizbundo, por así decir. No siempre es fácil combinar el optimismo de la víscera tranquila con la lectura de la prensa.
-No es fácil combinar el optimismo de las vísceras con la lectura de la prensa, señá Vanesa.
-Espere a tener una gastritis y ya le combinarán. Quizá hasta la prensa le parezca un alivio al lado del ardor de estómago
-Acabo de leer una cosa que contenía hipo y se me repite. Mala para el páncreas, supongo.
-¿Qué se le repite, señor Arcadio? En el armario de los bártulos tengo bicarbonato.
-No, gracias. Se trata de una repetición de orden psicológico. A veces un modesto bedel, cegado por la pasamanería, acaba pensando que el estado natural de la sociedad española es la locura. Hay muchas noticias de la Locura Nacional, incluso ahora, que llevan tanto borrándolas. Las cogen por el cuello y las borran.
-Le tengo muy dicho que no lea de política: la medicina, pa los médicos; el automóvil pa los automovilistas; la política pa los políticos. Ca cual a lo suyo, que viene a ser como la libertad de pensamiento: No pienses en lo que no quieres pensar.
-Acabo de leer en la prensa que el doctor Llamazares quiere que la bandera de 1931 ondee en el Congreso del 2006. Como homenaje. De ahí el hipo.
-El doctor Llamazares es una “superestructura”. –aconsejó el Rector Joaquín, allí presente para inhalar su Chester King. Joaquín “el Apolillao”. Inhalaba por motivos personales.- No se inquiete usted porque a ese le pasa más que a nadie lo que Ortega descubrió: “No sabemos lo que nos pasa y eso es justamente lo que nos pasa”.
-Con el estómago delicado es una locura leer a comunistas. Se ha indigestado y eso es lo que le pone metafísico
-¡Locura! –exclamó el Bedel Arcadio.- Eso es. O sea, el vahído existencial, que es como ponerse bizco y ver doble. Eso es lo que pasa. Estoy convencido de que el doctor Llamazares mira embelesado a 1931 porque su subconsciente ya sabe que ahora no puede ser comunista. Lo mismo el abogado Zapatero. Huyen a 1931 porque saben que en el 2006 no son necesarios y carecen de sentido histórico
-Fume. –insistió la señora Vanesa-. Bien sabe Dios que será por motivos medicinales.
-La doble visión es la fractura del cerebro: un ojo va por un lado y el otro por el contrario. Y, claro, el mundo se descabala. –siguió el Bedel Arcadio, muy entusiasta.- Pero a la visión no le pasa nada: es el cerebro, que no sabe compaginar lo que ve. No lo hicieron multitarea.
- ¿Acaso está cayendo usted en la bizquera en sus ratos libres, Polibio? –preguntó el Rector Joaquín
-Se lo digo a menudo. –confirmó la señora Vanesa, cuyo nombre fue inventado por J. Swift.- Mira usted mal, señor Arcadio. Ponga menos entusiasmo en los artículos de opinión.
-Estoy sereno como un obispo. Ayer, en casa, mientras me quitaba esta chaqueta, la mirada se me fue por la pasamanería y se me ocurrió que no eran necesarios los galones; que con la mente basta. Oiga, una ocurrencia de progre del año 68. “Este no soy yo”, me dije. He tenido como un abismo.
-¿Qué es “un abismo”. –preguntó un estudiante de Winston, frecuentador de la Bedelería.
-Es caer en el tiempo. Como en las películas, cuando el actor sueña en pesadillas y cae, cae, cae, removiendo mucho los brazos y la cabeza. A veces hasta grita u oye una voz profunda. Resulta que el abismo mayor es el del tiempo. El doctor Llamazares está cayendo por ahí, sólo que rojo, amarillo y morado.
-A ver, a ver. –dijo el Rector Joaquín el Apolillao. Se le despertaba la deformación profesional.- ¿Cae usted a menudo?
-No es eso. Y quien dice que el buen doctor cae, dice que se columpia. O sea, que quiere “regresar al futuro”. La película. Quizá también “recuerda” el futuro.
-Seamos sensatos. –argumentó la señora Vanesa, adicta a la lógica aristotélica.- El pasado se recuerda; el presente se vive y el futuro se sospecha. O sá, no se puede recordar lo que no ha pasado.
-No es tan fácil, señora técnica en higiene. –le advirtió el Rector Joaquín- Hay mecanismos muy raros en la cabeza del hombre. El bedel tiene razón: el doctor Llamazares puede estar proyectando el pasado y verlo como futuro. La tierra de promisión de los mesiánicos. El Paraíso Perdido de Milton.
-Eso es, Rector Joaquín. Señá Vanesa: si usted, por capricho, fuera comunista o fuera Zapatero, ¿no le parecería bueno que pasado mañana fuera 1931, cuando usted era señora de horca y cuchillo? ¡Ah, aquellos bonitos derramamientos de sangre política!, se diría. ¡Ah, aquella extirpación de la corbata!
-¿Y qué hay de la bizquera?
-Vivimos en muchas épocas a la vez; en algunas más que en otras. ¿Saben que los botones de la mangas de las chaquetas son una supervivencia de los chismes para ajustar los guanteletes de las armaduras? La Edad Media en cada manga. O sá, que el remedio para el hombre es definir su tiempo y saber qué es ayer y qué hoy, sin mezclarlos. ¿Cómo es de verdad el 2006? Porque si el 2006 está mezclado, no es el 2006 y el cerebro bizquea y no sabemos por dónde jorobamos. O sea, el doctor Llamazares.
-No le bizquea el seso, señor Remigio. –le animó Vanesa- Eso será un poco de la misma indigestión.
-“No sabemos lo que nos pasa”. –rezongó el Bedel Arcadio, mirando mal al artilugio “mopa” que la señora Vanesa mantenía en posición-. Pues sí lo sabemos, señor Ortega y Gasset: que no vivimos en nuestro tiempo. Con un ojo –intelectual, por supuesto- vemos lo de hoy, y con el otro cualquier cosa que se nos ocurra, como la República. Estamos bizcos en el abismo y hay quien quiere y quien no quiere que el 14 de abril del 2006 sea el 14 de abril de 1931. Entonces la realidad se hace imperceptible, se acalambra, y todos se echan a los montes de la historia. El 2006 se queda desabastecido, con los personajes corriendo hacia atrás, como al rebobinar un vídeo. Todos bizcos.
-Teoría de la Bizquera Circular. –dijo el Rector Joaquín, el Apolillao, tomando notas en la solapa de su cajetilla. – Bizcos todos. El cerebro no está hecho como mecanismo multisecular. Y bizquea. Mnemónico: Los chicos ven las películas de 1931 y no entienden lo que significó entonces “hacer el amor”. “Galantear”. Llamazares, menos.
-Pruebe a vivir un solo día como uno de 1931, mientras alrededor sucede el 2006. –terminó el bedel.- ¿Qué le pasaría?
-Que me detendrían en cuanto le arrimara candela al primer convento.
-¿Y cuál sería su razón para quemar un convento?
-Pues que eso es lo que se hacía ordenadamente en 1931 y siguientes.
-¿Ve usted? Estaría en el 2006, ejecutando un tópico del 1970 sobre 1931. O sea, como una fuga de la realidad. Y eso es lo que nos pasa: Ni el doctor Llamazares ni el abogado Zapatero saben nada de vivir en aquellos años. Sólo se imaginan lo que la propaganda de Stalin empezó a decir y que aún funciona: que ellos mandaban y todo era condenadamente legal y justo. El nudo del drama les correspondía a los poderes fácticos. Estos del banderazo del 14 de abril están intoxicados y padecen de visiones y bizqueras. Se imaginan que la propaganda es verdad. Por ejemplo, que no pasaron los que no pasarían.
-Ya. –dijo el estudiante charlatán adicto al Winston.- Eso me lo sabía yo, pero dudaba entre bizcos o miopes
-Eso es, salvo error u omisión. Y pasa lo que pasa: que el 2006 no existe, que los maridos andan de cónyuges y los padres de progenitores, alucinados por la propaganda y que el doctor Llamazares nunca está ni afeitado del todo ni barbudo del todo. Sólo miran al abismo. Y eso es lo que me da hipo: que la vida es según la versión que te hayas creído. Y quieres repetirla.
Al fondo de la tramoya, casi a oscuras, el doctor Llamazares tenía otra idea. Bizca, claro. Y Zapatero sonreía en 1914 mientras la momia de Lenin viajaba desde Suiza a Rusia, dado que el Kaiser fue un subnormal, o sea, discapacitado. Según versiones liberales.
Arturo Robsy


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miércoles, marzo 08, 2006

HISTORIAS DEL BEDEL ARCADIO

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Uno de los rectores de Trapisonda edita un periódico digital: El Risco de la Nava y, en un acto de compasión, propuso al Rector Magnífico sacar partido del Bedel Arcadio, que participa en todas las lecciones magistrales como Vox Pópuli. Así es como la obligación y la puntualidad conseguirán hacer de esta página un florido vergel. Más o menos.


VÍCTIMAS DE LA DIALÉCTICA HEGELIANA.

-Veamos la entropía. -dijo el bedel Arcadio mientras la señora Vanesa guardaba la fregona y el resto de emblemas de su oficio.- ¿Sabe que todo lo que es está dejando de ser, señá Vanesa?
-No haga el lila entreteniéndose con la entropía y atienda al Nous, la parte imperecedera de lo perecedero. En Aristóteles viene. España -afirmó Vanesa sacándose los guantes de goma-, señor Florapio, es un asunto de epistemología. O por lo menos de gnoseología. O sá, de método para alcanzar el ser u organizarlo de manera que se entienda un poco..
-Veamos la termodinámica -siguió el bedel sin achantarse-, uséase, que nada se crea ni se destruye y que, en el calor del vaivén, a todo progreso corresponde un regreso, igual pero de sentido contrario. De ahí lo de dinámico que es este Universo.
-Pues que baile el Watusi pa entretenerse o que lea L'Être et le Nean, pa escarmentarse. Como era comunista, el Juan Pablo Sartre escarmentaba hasta a los universos. Y además, le veo venir con la entropía. Lo que usted quiere es que le pille a Zapatero, ahora que todos le niegan por eso de que está rompiendo España. Ya la arreglará antes de las elecciones, hombre de Dios.
-Zapatero no existe. Es un flatus voci. -culminó el Bedel Arcadio en medio de su pasamanería- No está reculando por el reflujo de la termodinámica porque no ha empezado a avanzar. Quié decirse que Zapatero lleva dos años hablando, pero mano sobre mano. No remata la faena: se lo dirá cualquier taurino. Mucho capote y poca muleta: a estas alturas, si fuera de ley, ya tendría apuntillado a Carod. Pero le ha dado carrete, como a Maragall y a Ibarreche y al batasuno y a todo el que se le arrima. Da carrete a la sucesión sucesiva de sucesivos sucesos.
-Dará carrete, pero hay que ver qué dientes tan limpios tiene cuando sonríe. Y si sus barones le dejan sólo en Tudela, para entenderlo puede que sea mejor un análisis teleológico que uno basado en la Entropía. Zapatero no está en regresión, por mucho que le arreen estopa. Todo es un disimule para cansar y, en cuanto anden toos distraídos, zas, la zapaterada
-¿No se le ocurre, señá Vanesa, que, siendo Zapatero un mal de muchos, obligatoriamente se convierte en consuelo de tontos, por la fuerza de la razón. ¿Cuál es la causa última de un presidente del gobierno? El bien de la nación, mejorando lo presente. Pero el señor Zapatero dice, guiñando a Carod, que no tiene muy claro qué cosa sea la nación, ergo no está capacitado tampoco para saber cuál es el bien de la nación, puesto que no sabe si la nación puede o no puede tener tener barba y ser San José y, si no, la Virgen. Qué cosas: discute la nación pero quiere mandarla. De procesión y repicando.
-Pues alguna esencia debe tener cuando todos se meten con él. Los socialistas por la cosa del Estatú y porque Bono trajina en el fondo de lo oscuro. Les parece liberal y, aunque exhiba abuelo asesinadito, pacta con la carcundia más vieja y retorcida de España, los republicanos tradicionalistas y los separatistas lingüistas. Los del PP dicen que le quiere hacer un bombo a la constitución. Los separatistas le ven españolista que les regala castillos con obligación de bandera española por puras ganas de provocar; o sea, ofendiendo. Los comunistas, porque enreda demasiado el momento de tomar el Palacio de Invierno y de regalarle algo a Castro. El tío es causa necesaria y causa suficiente, si lo ponermos en Teleología.
El Bedel Arcadio se había puesto a meditar sobre lo misterioso de un socialismo que fuera contra el socialismo. Esas cosas no pasan en un universo racional.
-Creo -dijo- que estamos ante el Argumento del Cretense. Todos los cretenses mienten y yo soy cretense. Si lo soy y miento, los cretenses no son todos mentirosos, pero, si no son todos mentirosos, digo la verdad al decir que lo son. Algo muy confuso, como de ejecutiva del Psoe, pero con mucho sentido, señá Vanesa. Verá: los socialistas necesitan a la banda catalana para gobernar. Si se bajan del burro antes, volverán a perder, de modo que ZP les promete el oro y les da el moro. Se lo aprueba todo pero les suelta poco. Ya véis, chicos: El partido me maniata. Por vosotros me juego el cargo
La señora Vanesa había captado el busilis, o intríngulis. Entre lo que veía y lo que se imaginaba, le vacilaba la mente:
-Sí, porque ahora hará dos años que gobierna, señor Baudilio, y quedan otros dos: España le tiene que durar hasta el dos mil ocho, porque si Zapatero paga tan pronto le dejarán colgado: los catalanes son gente muy traviesa. Zapatero no puede pagar del todo hasta el último día de la legislatura y los catalanes no pueden esperar a entonces sin perder credibilidad. Eso pasa cuando se juntan dos de los buenos.
-Como Tucídides y Jenofonte, Plauto y Terencio o Danis y Cloe. De ahí, querida señora, que el socialismo parezca abandonar a ZP por poco español y que Zp prometa y prometa pero no afloje la mosca a los separatistas.
-Además -corroboró Vanesa, pues nadie corroboraba con mayor entusiasmo- eso está dentro de la tradición del Psoe: Pactus sunt traicionanda.
El Bedel Arcadio y la higienista Vanesa echaron una mirada al futuro que, en aquellos momentos, se mezclaba con el dorado crepúsculo, aportándole delicadas tonalidades rojas.
-Con todo -dijo el bedel-, seguramente sí sea un asunto epistemológico: ¿Qué método están usando para que España aparezca y desaparezca? España es una aporía.
La señora de la limpieza le devolvió la cortesía:
-Ca, ca, señor Eutiquio: es por lo de la teleología: Zapatero no es ni la causa necesaria ni la causa suficiente para que España vuelva a suceder. O sea, el “hecho España”. Pactus sunt transitanda, que viene a significar “arrieros somos”.
-¿Y qué nos ponemos a pensar de Zapatero?
-Pues que va montao en la Termodinámica y que nos queda acción-reacción pa rato.

*-Nota: El ex-vicepresidente Guerra, en entrevista gloriosa, afirmó dominar la Termodinámica y no comprender como la gente osaba atravesar una calle sin conocerla a fondo. Palabra. Es lógico, pues, que Zapatero, para evitarse engorros, se suba en ella.


SÍ: ACEPTAMOS NACIÓ COMO ANIMAL …

La buitrera del Bedel Arcadio, por magia de la necesidad, se había convertido en fumadero y allí confraternizaban, al amor del humo, el cordero y el león, o sea, alumnos con profesores, profesores con rectores y rectores con expertas en higiene. Un extractor, instalado por el fontanero Manolo, mantenía la ecología dentro de límites razonables.
-¿Y usted, Rector Magnífico, cómo ve los Universales esta semana?
-Con dificultad, muchacho. ¿Y usted, Bedel Arcadio?
-Ni los veo, señor. Son extremadamente cautos en estos momentos. La señora Vanesa me decía, a la mañana que, caso de tropezarse con uno, no lo reconocería.
Sahumados como bacalaos, aguzaban los ojos en busca de un Universal entre la bruma, pero sólo vieron a la experta en higiene universitaria, que dejaba bártulos en el armario de Servicios Técnicos:
-No he dicho eso, señor Liborio: he comentado que no me es posible aprehender la realidad más elevada porque me falta el órgano. Ahí es ná. Sin órgano a propósito, ya me pueden correr los Universales por delante de las narices.
-Esto promete. –advirtió el Rector Magnífico, ocupado en un Camel.- Hemos encontrado un ser que no percibe Universales, lo que le convierte en una “machina” para saber qué no es Universal: lo que ella ve. Señá Vanesa, ¿lista para un experimento?
-Siempre he sido muy empírica, aquí donde estoy.
-Dígame, Vanesa: ¿ve usted al gobierno?
-No señor, no. Bien que miro pero no veo al gobierno.
-Despréndanse del cigarrillo un momento y apunten, señores: Gobierno es un Universal. Digan “Ahh”, con dos haches.
-Un momento, Rector –intervino el Bedel Arcadio-, que me conozco el paño. ¿Señá Vanesa, ve usted a Zapatero.
-Más de lo que aconseja el médico, aunque sólo por la tele, como una lucinación.
-¿Y a los ministros?
-A toos. Venga de ministros, cada uno con su copla. ¿Alguien sabe cuántos son?
-Pero no ve usted al Gobierno. –insistió el Rector M.- Ve a los gobernantes pero no al buen gobierno.
-Ni al malo, señor. Toda la gente suelta por ahí, y el que es de mal natural, lo saca.
-¿Y ve usted a España? –preguntó el bedel, que se traía un plan.
-No la veo, señor Florindo. Miro bien, o sea, hago con las cejas asín, asín, de tanto como me fijo, pero no la veo. ¿Será que España es un Universal y no un “flatus vocis”?
-Yo quiero preguntar. –dijo un alumno de Winston secundado por uno de Ducados. Pero el Bedel Arcadio impuso su dorada pasamanería, galones de Capitán General de la Armada suiza:
-¿Y ve usted a Cataluña, señá Vanesa?
-A todas horas. Ya se me hace que le han cambiado el nombre por Cataluña Estatú. O séase: a buenas voy a ser vasalla de una orden mendicante y lastimera.
-Cataluña –dijo el Rector Magnífico encendiendo otro Camel King Size- no es un Universal.
-Ni un particular. Es una banda. Una sociedad de socorros mutuos. –intervino otro alumno, aromatizado con LM.- Ni siquiera una Nació.
-No. –dijo el Bedel.- ¡Vaya que si es una Nació! ¿Verdad, señá Vanesa?
-Verdad, señor Idilio. España ha aceptado Nació como animal de compañía.
-¡Orden en el fumadero! –mandó el Rector Magnífico- Ya sólo nos queda una pregunta importante que hacer: ¿Ve usted al señor Carod, Vanesa?
-No lo veo. Le oigo, pero nada más. Es un invisible estruendoso, o sea.
-Tomen nota, niños y bedel: Los pecados capitales son universales: no se modifican con el tiempo ni pierden empuje. Todo lo más se ponen gordos y con gafas. He dicho.
Y por la inmesa tierra una voz enorme iba diciendo “yo soy la Humanidad, yo soy el Euro”.

Arturo Robsy

REBIZCO Y REMENDAO

Andaba el Bedel Arcadio cabizbundo, por así decir. No siempre es fácil combinar el optimismo de la víscera tranquila con la lectura de la prensa.
-No es fácil combinar el optimismo de las armónicas vísceras con la lectura de la prensa, señá Vanesa.
-Espere a tener una gastritis y ya le combinarán. Quizá hasta la prensa le parezca un alivio al lado del ardor de estómago
-Visto así… -murmuró el bedel, como para sí y para los demás.- ¿Quién dijo que no se puede vivir sin esperanza?
-Franco. –le recordó un alumno que se enfangaba en el Winston.- O sea, la historia prohibida. Claro que pudo ser Sartre.
-Menos chuflas. –avisó la señora Vanesa, aquella grandilocuente higienista.- Es el hombre que pudo ser rey y no quiso. Además, nos tuvo un porrón de años apartados de la locura nacional. O sá, del parloteo.
-¡Locura! –exclamó el Bedel Arcadio.- Eso es. O sea, el vahído existencial, que es como ponerse bizco y ver doble. Eso es lo que pasa.
-Camarada bedel: -intervino el Rector Joaquín, alias “el Apolillao”- recuerde a Ortega: “No sabemos lo que nos pasa y eso es justamente lo que nos pasa”.
-¿Cómo, cómo? –dijo la señora Vanesa, suspendiendo la inspección de un artilugio llamado “mopa”.- Si sabemos que no sabemos lo que nos pasa, ¿cómo sabemos que nos pasa eso? O sá.
-La doble visión es la fractura del cerebro: un ojo va por un lado y el otro por el contrario. Y, claro, el mundo se descabala. –siguió el Bedel Arcadio, muy entusiasta.- Pero a la visión no le pasa nada: es el cerebro, que no sabe compaginar lo que ve. No lo hicieron multitarea.
-Eso está muy bien. ¿Acaso está cayendo usted en la bizquera en sus ratos libres, Polibio?
-Se lo digo a menudo. –confirmó la señora Vanesa, cuyo nombre fue inventado por J. Swift.- Mira usted mal, señor Arcadio. Ponga menos entusiasmo en los artículos de opinión.
-No estoy bizco, señor rector. Estoy sereno como un obispo. Ayer, en casa, mientras me quitaba esta chaqueta, la mirada se me fue por la pasamanería y se me ocurrió que no eran necesarios los galones, que con la mente basta. Oiga, una ocurrencia de progre del año 68. “Este no soy yo”, me dije. He tenido como un abismo.
-¿Qué es “un abismo”. –preguntó el mismo estudiante del Winston, frecuentador de la Bedelería.
-Es caer en el tiempo. Como en las películas, cuando el actor sueña en pesadillas y cae, cae, cae, removiendo mucho los brazos y la cabeza. A veces hasta grita u oye una voz profunda. Resulta que el abismo mayor es el del tiempo.
-A ver, a ver. –dijo el Rector Joaquín el Apolillao. Se le despertaba la deformación profesional.- ¿Cae usted a menudo?
-No, si yo ya he salido. Ahora mismo, ya ve. Son ustedes los que siguen cayendo porque su cerebro no acierta a ordenar lo que ve y se les pone bizco.
-¡Anda ya! –dijo el alumno, tan charlatán.
-Ayer, cuando se me fue el santo a los galones y me dije que el oropel no tenía importancia, acababa de asistir, como vox pópuli, a la clase del Rector Magnífico.
-No me extraña que se le escapara el santo, Efigio.
-Decía el Rector M. que el hombre es un ser que ordena y que ha ordenado todo menos la Historia. Vivimos en muchas épocas a la vez; en algunas más que en otras. ¿Saben que los botones de la mangas de las chaquetas son una supervivencia de los chismes para ajustar los guanteletes de las armaduras? La Edad Media en cada manga. O sá, que el remedio para el hombre es definir su tiempo y saber qué es ayer y qué hoy, sin mezclarlos. ¿Cómo es de verdad el 2006? Porque si el 2006 está mezclado, no es el 2006 y el cerebro bizquea y no sabemos por donde estamos.
-No bizquea, señor Remigio. –le animó Vanesa- Eso será un poco de indigestión.
-Que no. Ayer, con la pasamanería, comprendí que la juzgaba desde un punto de vista iconoclasta. O constantinopolitano. No desde hoy mismo. Y, para recibir el chispazo de la inspiración, acabo de leer en la prensa que el doctor Llamazares quiere que la bandera de 1931 ondee en el Congreso del 2006. De ahí el vahído. De ahí sufrir como un abismo. El doctor Llamazares es una “superestructura”.
-La indigestión misma. Eso es lo que le pone metafísico.
-No. El doctor Llamazares bizquea. Seguramente piensa como en 1917 y vive con una pata en 1931 y otra aquí, en el potente 2006.
-No está mal traído, Eudipio. –le animó el Apolillao, inhalando con más fuerza de su Ducados rubio.
-“No sabemos lo que nos pasa”. –rezongó el Bedel Arcadio, mirando mal al artilugio “mopa”-. Pues sí lo sabemos, señor Ortega y Gasset: que no vivimos en nuestro tiempo. Con un ojo –intelectual, por supuesto- vemos lo de hoy, y con el otro cualquier cosa que se nos ocurra, como la República. Estamos bizcos en el abismo y hay quien quiere y quien no quiere que el 14 de abril del 2006 sea el 14 de abril de 1931. Entonces la realidad se hace imperceptible, se acalambra, y todos se echan a los montes de la historia. El 2006 se queda desabastecido, olvidado, como clon de otra época, y se hace campo de las batallas de otros siglos. Todos bizcos.
-Teoría de la Bizquera Circular. –dijo el Rector Joaquín, el Apolillao, tomando notas en la solapa de su cajetilla. – Bizcos todos. El cerebro no está hecho como mecanismo multisecular. Y bizquea.
-Prueba a vivir un solo día como uno de 1931, mientras alrededor sucede el 2006. –terminó el bedel.- ¿Qué le pasaría?
-Que me detendrían en cuanto le arrimara candela al primer convento.
-¿Y cuál sería su razón para quemar un convento?
-Pues vivir en 1931. La puesta en escena, ¿no?
-¿Ve usted? Estaría en el 2006, ejecutando un tópico del 2006 sobre 1931. O sea, como una fuga de la realidad.
-Ya. –dijo el estudiante charlatán adicto al Winston.
-Un mecanismo para afrontar la frustración de la falta de ideas: regresión. Y los que se opusieran a lo de la bandera morada en el Congreso también estarían regresando en el tiempo.
-Eso es, salvo error u omisión. Y pasa lo que pasa: que el 2006 no existe, que los maridos andan de cónyuges y los padres de progenitores y que el doctor Llamazares nunca está ni afeitado del todo ni barbudo del todo. Todos miran al abismo.
Al fondo de la tramoya, casi a oscuras, el doctor Llamazares tenía otra idea. Bizca, claro. Y Zapatero sonreía en 1914.
Arturo Robsy


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Rector entregado a la negación de las evidencias.

domingo, marzo 05, 2006

COMO VOLVERSE SOCIALISTA SIN DOLOR


Cómo volverse socialista
SIN DOLOR

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Ideas generales de A. Robsy

Advocación:
Señor, enduréceme el corazón, pero que no se sepa.

Como profilaxis educativa y para lograr que el alumno decidido no flaquee en su voluntad de llegar al Liberal Socialismo, la Universidad de Trapisonda recomienda copiar a mano esta declaración de intenciones, quemarla y llevar sus cenizas al cuello, como escapulario, para que hagan del alma que no tenemos.

CONTRATO DE IZQUIERDAS.
Por el presente me comprometo a ser Liberal Socialista y a mantener las siguientes ideas que son, en sí mismas, evidentes y verdaderas:

Si he de comer langosta más de diez veces al mes, lo haré en privado
Siempre seré socialista, salvo oferta mejor pagada.
Sólo el Telediario y el Wall Street Journal son siempre la verdad
La culpa siempre la tiene Franco. Hasta el año 2500
No hay Izquierda: Hay Partido y Créditos.
No hay Derecha: Hay franquismo.
Estaré en contra del Capitalismo, no del capitalista.
No cobraré más del 10% de los asuntos oficiales que maneje. Y nunca más del 25%
Respetaré el Poder Gordo, venga de donde venga.
No tendré más de tres Palabras de Honor. Lo máximo, seis.
Sólo usaré el carnet si soy pillado con las manos fuera del bolsillo.
Respetaré toda la Historia que haya sido reescrita.
Recordaré siempre, y más en manifestaciones entusiastas, que no hay Justicia: hay intereses.
Sostendré que nadie es culpable hasta que no le han indultado siete veces siete.
Llamaré «fascista» a todo el que se me acerque a dos metros, o menos.
Nunca diré «nacional-socialismo», por si acaso.
No seré adversario de nadie. Sólo enemigo.
Me cuidaré de votar siempre con la masa.
Reprimiré todo impulso de humor, así como el 80% de mi inteligencia natural.
Aunque el estado natural del hombre es la guerra, lo callaré hasta el momento del Dominio Universal profetizado por el venerable Karl Marx.
Sólo hablaré mal del compañero cuando no esté presente.
Callaré que la Libertad sólo es una estatua, en Nueva York.
Aceptaré que el mundo es un matadero, pero no colaboraré con entusiasmo sin recibir órdenes.
Sostendré que en lo alto del Poder sólo hay traidores y que esto es bueno para el pueblo y su progreso.
Sustituiré cualquier poder.
Tendré presente que sólo hay tiranía si la gente cree que la hay.
Sólo el socialismo es necesario.
Nadie sabrá hacia donde apunto. Sólo mi bolsillo.
Sólo hay dictaduras militares. Las otras a lo mejor son amigas.
Nadie me convencerá de lo contrario, sea lo que sea «lo contrario» en cada caso.
Guardaré silencio sobre el hecho científico de que sin Ejército el socialismo actúa mejor, salvo en el caso de existir ya ejército popular.
En el cumplimiento de mi sagrado ministerio socialista, daré dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás.

Lo que firmo, tras adherirlo a una póliza de a euro
Rúbrica

PRINCIPIO OFICIAL

Socialista verdadero, titulado por la Universidad de Trapisonda, cumplo un laico y sagrado deber al prometer en todas direcciones, y hacia abajo, un mundo y una cuenta corriente mejores si se siguen los consejos para hacerse socialista sin dolor. No sólo no duele sino que no tiene efectos secundarios.

Lo primero, el asunto de saber qué somos y qué sucede. Otros movimientos lo complican y esa es nuestra ventaja. La máxima cómoda del buen militante es esta: «sólo se lo que se dice, y estoy algo sordo.»

Lo segundo, ser moderno. Venimos siendo modernos desde hace dos siglos, o sea, que nadie nos dará lecciones. Pero usamos una forma original: serlo negándolo todo. Toma nota de este pensamiento del sanedrín modernista: «Si sabes la letra de la Internacional, no eres socialista: eres viejo.» Algunos me dirán «¿Y si me la se en la intimidad?» Pues sufre el dolor moral y canta sólo bajo la ducha fría.

Lo tercero y más notable, futuro compañero de termitero: Es hora de decir que no valen metros viejos para medir distancias nuevas. El Herr Profesor Hantiloph ha dicho, en su «Más lo eres tú», que todo da igual si no tienes dinero, de modo que ahora puedes ser de izquierdas sin dejar de ser de derechas, y viceversa. Ventaja grande. Y a su luz dígote que aprendas a ser liberal-socialista antes de que se acabe el chollo histórico y te lo pispe todo la General Motors.

O la Momia de Lenin, que aún cuenta. ¿Y qué cuenta? No es un secreto: «¿Desde cuando puede haber socialistas con hoyuelo y ojos azules?» Pues desde que se pasó la Historia por buena batidora y la Banca Mundial se volvió Banca Universal.

¿Y a cambio de qué hasta un ricachón puede ser socialista? Pues eso: a cambio del Cambio y de que nuestro mundo sea, también, Estados Unidos Bis, aunque con la boina racial.

Si te sientes débil ante estas rudas verdades, usa este mínimo catecismo de apoyo:

-¿Quién hizo el mundo?
-La Revolución Francesa.
-¿Cómo hizo el mundo?
-Despachando personal.
-¿Para quién haremos nosotros un mundo?
-Para el que más pague.
-¿Será un mundo moderno?
-No. Viejo. Que ya haya sido probado.

Ahí lo tienes, fiel lector: ningún dolor. Ni tendrás que pensar novedades ni ponerte gafas de ver lejos. Ni estudiar caras ni personalidades, porque todos seremos Barbie y Kent. Muñecos clónicos.

TRAMPA SADUCEA
Colaboración sacada de «El Económico Leal»

Velad, que los tiempos están próximos y la segur, o algo así, está echada al pie del árbol. Ignorad a los malvados que os dicen que la Oferta y la demanda no regulan los mercados, aunque sea cierto que, con la misma demanda y la misma oferta, la llegada del euro supuso un encarecimiento del ochenta por cien.

Recordad: la excepción confirma la regla. ¿O no?

En verdad os digo que los malos, apoyándose en la razón más que en la profecía poética, osan decir al populacho y a la chusma que si el hombre ha logrado ver lo invisible, las ínfimas partículas del átomo, como los QUARKS, o clonar borregas, ¿cómo no consigue encontrar las leyes fijas de la Economía? ¡Porque la Economía no tiene leyes, dicen! Porque se basa en decisiones de magnates y nada más.

Tened fe, aprendices de sociata y creed el dogma. Fuera de la ciencia, aunque no exista, todo es llanto y crujir de dientes.

PROMESAS ELECTORALES SOCIALISTAS EN LAS QUE NO HA PENSADO EL PSOE.

-Resucitar a todos los muertos por la Idea Internacional, primer mundialismo.
-Devolver la voz al pueblo, o darle una juanola.
-Recordarle su verdadera historia. Adornada.
-Romper con Buteflica, dictador socialista de Argelia.
-Rebajar los sueldos políticos: a la Causa se la sirve gratis, con razón o sin ella.
-No permitir a nadie la mentira pública, salvo a partir de los diez millones.
-Esforzarse y tener sentido del humor o, al menos, chistes sobre Aznar y Rajoy
-Afirmar que el dinero de los impuestos no paga la libertad: la debilita. Pero los débiles obedecen mejor.
-Jurar que cumplirá toda la Constitución. A medida que la lea.
-Reconocer que la información masiva de la Campaña Electoral es un grillete del pensamiento.
-Explicar que, como el socialismo es verdad, nadie debe temer las opiniones adversas. Pero sí desconfiar.
-Expulsar a los que tengan más de dos caras
-No seguir siendo capitalista furioso. Sólo capitalista liberal.
-No tolerar la usura fuera del partido
-Borrar todos los derechos que no se cumplen y que hacen bulto.
-Volver a ser republicanos, a ver si esta vez...
-Distinguir los verbos transitivos de los bolsillos
-Desprenderse del Social-Catolicismo. Curas, fuera.
-Decirnos si las demás ideas están o no prohibidas.
-Decir que, si somos libres, no necesitamos que nadie (de derechas) nos diga lo que conviene pensar.
-Volver a hablar de Revolución y no de las revoluciones del motor de nuestro coche.

PENSAMIENTOS CONSPICUOS

-No son inmigrantes: son proletarios de importación, porque los nativos se nos han acabado.
- Perdona al PSOE, aunque sí sabe lo que se hace.
-El socialismo no lo transmite un gen, sino la injusticia.
-El socialismo lo transmite parte del empresariado.
-Tengamos fe: el mundo es redondo sólo si el partido no dice lo contrario.
-Si tienes la tentación de ver lo que somos, cierra los ojos.
-Confía en el socialismo pero paga la cuota, tú.

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Cuando te vuelves americano, no siempre te aclimatas. ¿Celebras bien Halloween, o sea, conoces el ritual verdadero? ¿Todavía no llamas «perdedor» a nadie de tu trabajo o de tu aula? ¿Crees ya que ser popular en el cole es tener las tetas gordas?
Usa AMERICAN BOY
Américan Boy, las gafas para ver todo en americano y asegurarse el futuro. Rechaza imitaciones.

Núcleo
LA MATERIA PRIMA

¿Con qué trabaja el socialista de pro? Han pasado ya los tiempos juveniles en que los socialistas trabajamos con la bomba, con la eliminación de clases sociales o con el saqueo. Incluso la Información Arreglada, tan en boga aún, ha perdido potencia y capacidad de convicción.

El socialista de pro trata de hacer su sociedad, o sea, de modificar a los hombres para que actúen como le conviene. Eso significa que su materia prima es el hombre y que es fundamental conocerlo para joderlo, con perdón.

Podemos decir, sin temor, que todas las ideas sobre lo que es el hombre nos importan un higo, tanto si son verdad como si no. Hechos y sólo hechos deben interesar al socialista. O sea, que lo que se ha de tener en cuenta es que:

-El humano se amontona porque sí.
-Que, una vez amontonado, obedece.
-Que, cuanto más montón, más obedece.
-Que necesita creerse cosas y nosotros se las hemos de fabricar.
-Que miente y que, por eso, no distingue la mentira de los otros. Además, se traga las más gordas con suprema alegría juvenil.
-Que para el hombre del consumo, casi todo es verdad.
-Que el Mal Hombre es el que no obedece.

El Mal Hombre, o sea, el no-socialista, es además imprevisible: se atreve a ser independiente de su ambiente y es muy difícil presionarle con los métodos habituales. No es hijo de su tiempo porque tampoco lo es de su tierra. O de La Tierra.
Una vez sabido lo anterior, demos gracias a los Sabios de Nueva York porque entrar en Europa ha sido, gracias a nuestros esfuerzos, un cambio de Régimen para hacer imposibles cambios más peligrosos.

Preguntómetro testeado en Polinesia y en la Universidad de Trapisonda.

Y SERÁS DE IZQUIERDA.

Preguntas de control para que el lector descubra si es compatible con el Liberal Socialismo, o sea, con el Pacifismo, la ecología y el Manhattan Bank de D. Rokefeller.

Responda las preguntas tras reflexionar; recuerde que las respuestas sólo las conocerá usted. O sea, en la intimidad: como el catalán de Aznar y la vergüenza de Zapatero.

-¿Creo más lo que me repiten que lo que me enseñan?
-¿Has descubierto más progreso que todos esos organismos antiguos que pensaban, como fueron Platón o Descartes?
-¿Crees que el cáncer tiene que ver con las empresas de alimentación, aditivos y envoltorios de plástico?
-¿Crees que Bush mata más y mejor que Sharón?
-¿Sabías que D. Carlos Marx tenía cuerpo?
-¿Crees que la mujer empieza en las tetas y, si eres mujer, que el hombre lo hace mucho más abajo?
-¿Te consideras más atractivo que Rajoy?
-¿Dudas de que la Banca sea benéfica, justa y necesaria?
-¿Crees que vives para algo más que pagar impuestos y que te toquen las narices?
-En momentos de debilidad, ¿piensas que te pareces a los demás organismos, incluido el treponema y míster Darwin?
-¿Crees en los telediarios aunque no respeten tu inteligencia?
-Si todos somos iguales, ¿te parece natural que pensemos distinto o lo ves como insulto a tus ideas?
-¿Supones que el bienestar provoca nuevas enfermedades o que nuevas enfermedades provocan el bienestar, como la putificación o la impotencia?
-¿Crees que la virginidad provoca cáncer?
-¿Violar y acuchillar es de izquierdas o de derechas?
-¿Todos nos parecemos en la capacidad de matar o en la de estafar?
-¿Votas para que otros tengan un buen sueldo o para que te enchufen? Y, si no, ¿por qué votas?
-¿Tienes un interés particular que coincida con alguno de Zapatero o de Rajoy?
-¿Crees que el dinero es el motor del mundo, y nuestro rey el del Cambio?
-Elige palabra: Trueque, Cambio, Cambiazo, Comercio, Banco o Congreso.
-Ningún socialista decente sabe quién era Engels. ¿Lo sabes tú?
-¿Es mejor estar en blanco que estar negro?
-¿Qué mata más: el tabaco, la comida basura o la obesidad?
-¿El amor es un intercambio de fluidos o de información?
-Si votar costara diez euros (10 €), ¿ a quién votarías?
-Sabido que la izquierda es antisemita, ¿quién manda en el mundo: Israel o Nueva York?
-Si fueras inmortal, ¿votarías izquierda o derecha?
-¿Quienes crees que son hoy «los malos»: las Internacionales, las Multinacionales o los Bancos?
-¿Venimos del gorila, del chimpancé o del dólar?
-¿La política mejor es la que más te paga?
-¿De qué forma parte el trabajador? ¿Del Mercado de trabajo o de Recursos humanos?
-¿Crees que todo euro que se queda uno sale del bolsillo de otros?
-Para ser libre qué necesitas más: ¿Dinero o Ideas?
-Elige qué crees que manda en el mundo: La Injusticia de los intereses, el Gran Capital, la Gran Fuerza, la Mentira Continua, una Sociedad Secreta o todo ello, porque es lo mismo.
-¿Se puede pensar «se socialista y di lo que quieras»?
-¿Hay verdad que resista una buena revolución?
-Todos pueden volverse socialistas: basta con creerse más listos e incomprendidos. S/N.
-Responde rápido: ¿los derechos se ejercen o se ejercitan, o ninguna de las dos cosas?
-¿Tenemos derecho a invadir planetas lejanos?
-Si fuéramos tan iguales como las Barbies entre sí o los Ken entre ellos, ¿nos venderían en estuches en lugar de al peso?

Por último, un enigma: esta frase puede significar lo uno o su contrario, de modo que respondas lo que respondas será verdad:

-Gracias a Dios la Banca apoya al socialismo tanto como el socialismo a la banca.

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Si te faltan las palabras, DICCIONOL.
Vive la sensual tranquilidad de saber qué decirle al que te engaña, te roba, te saca una muela, te da el saldo de tu cuenta o te pone una multa.
EJEMPLO: Usted: -¿Señor agente, tiene usted madre? Respuesta: -No. Usted: -¡Cuánto la comprendo! O bien: Respuesta: -Sí. Usted: -¡Cuánto la comprendo!
DICCIONOL, para llamar canalla al canalla y esquivar el juzgado.

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¡Por fin una solución para votar y no ser responsable!

¡DACTILÍN!
DACTILÍN deja una película plástica sobre sus dedos que le permite entregar la papeleta sin dejar huellas. Por una votación más limpia, use DACTILÍN y lávese las manos. (Si se presenta certificado médico, descuentos para taimados, alevosos, capullos, cínicos y su acompañamiento.)


NOTA NOTABLE:

Presente este folleto a su alcalde y recibirá un premio moral, pero no olvide que hay tipos a los que las cabezas crecen por debajo de los pies, según afirma la Confederación de Confederados por la Merienda de Negros. De paso conviene advertir que todo esto está escrito a impulsos de la ironía: Nos conocemos.

Tampoco olvide, futuro socialista, que los objetivos del proletariado suelen ser temporales, o sea, hasta que se vuelven clase media y cambian el libertinaje por el euro. No olvide la clave de nuestra historia moderna: Para la liberalización económica antes hay que hacer la liberalización Política. Pura ley de mercado.

(Folleto de interés público)
Legítimos Papeles de Trapisonda

Este folleto es una ocurrencia: no pretende alterar la intención de su voto ni le propone un candidato: sólo le señala dónde se mete. Este folleto sólo echa alegría a la política en general e ironiza sobre el progresismo en particular. Pocas «ideologías» resisten la burla sin parecer grotescas y aumentar el efecto del llamado «animus jocandi» Además, el Programa del PSOE, cualquiera de ellos, es una ocurrencia y las ocurrencias ni se prometen ni se cumplen. Son otra cosa.

Informar de lo pequeño masivamente, es desinformar. Lo saben bien.